Oficina de Correos y Citypaq Calle Fernando Villaamil Oviedo

Todas mis experiencias en esta oficina son excelentes, en cuanto a trato, eficacia y rapidez. Alabo la paciencia que tienen que tener con algunos clientes que, en ocasiones puede repercutir en la espera para otros clientes, pero que casi siempre es aras de ayudar al servicio. Un mal día puede tenerlo cualquiera, pero , en general, el servicio me parece excelente.

Me han atendido muy rápido y con muchísima cercanía. Es genial por fin tener una oficina en un barrio de Oviedo que no para de crecer.

voy a menudo a esta oficina y las empleadas son muy amables y eficientes.Leyendo las reseñas de la gente, me sorprende que haya tantas negativas, a mí siempre me tratan con educación, cosa que no puede decirse de muchos clientes con los que coincido donde la educación brilla por su ausencia . Bastante paciencia tienen.

Excelente trato y profesionalidad. Agilidad en los tramites y mucha paciencia y empatía con los clientes para explicarles los motivos por los que, en algunos casos, no pueden realizar su tramite. Un lujo tener empleados públicos como estos. Felicidades y a seguir por ese camino.

Fui a esta oficina de correos hace 3 semanas aproximadamente. Mi experiencia fue pésima. Tras el mostrador había dos personas atendiendo, una señora y un señor. Pues bien, estábamos tres personas dentro de la oficina esperando a que nos atendieran. Yo era el último y tenía a dos personas delante de mí. Estuve esperando más de media hora esperando a que llegara mi turno y me atendieran. De las dos personas (un señor y una señora), que había atendiendo tras el mostrador sólo estaba atendiendo a los clientes la señora. El señor de detrás del mostrador en vez de atender a los clientes, como es su obligación, se dedicó a entretenerse con unos paquetes durante un montón de tiempo (no sé qué mierda estuvo haciendo durante un montón de tiempo con aquellos paquetes pero desde luego lo que no hacía era atender a los clientes, como es su obligación).

La peor atención de todas las oficinas a las que fui es esta, el primer día fui a mandar un paquete y me atendió una señora la cual me indicó que así no podía mandarlo porque no estaba enbalado debidamente y le dije que lo sentía que me diera una caja o algo que valiese y pagaría lo que fuera, a lo que ella muy borde me respondió que no que fuera a comprar cinta para pegarlo mejor que una caja me costaba sobre 5€, le insisto que da igual que pago lo que sea y finalmente ella me da cinta de embalar para cerrarlo ya que al principio no existía dicha cinta pero tampoco me quería vender una caja..... en fin no le encontré el sentido y en todo momento una borde, déspota y desagradable. El segundo día va mi marido a enviar otro paquete, lo atiende en este caso un hombre y más de lo mismo un borde, con pocas ganas de trabajar, mi marido le pide que hay que tener cuidado con el paquete ya que es muy frágil y de manera muy desagradable le dice que en correos no existe nada frágil, entonces le pedimos que lo envíe de la manera que sea pero que tengan cuidado ya que no puede llevar golpes ( en ningún momento preguntamos precio ni nada solo queremos que tengan cuidado con el), en fin un desastre te atienda ella o el serán los dos últimos paquetes que se mandan desde esta oficina porque no merecen nada y es una pena porque la ubicación es ideal

Asunto: Gracias por esta lección magistral Estimados Correos, Os escribo para agradeceros una lección que me habéis dado recientemente. En un mundo donde todo parece acelerarse, donde la inmediatez manda y donde los problemas suelen solucionarse con algo tan sencillo como un número de seguimiento, habéis conseguido demostrarme que la burocracia es un arte que no pasa de moda. Permitidme poneros en contexto: La semana pasada compré un regalo. A pesar de que en el envío mi nombre y dirección estaban correctos, en un alarde de multitarea internacional (algo habitual en este siglo XXI, que sé que estáis empezando a explorar), introduje por error en la facturación, el nombre y apellido de una amiga que vive en Nueva York. Por lo que, en algún momento de la cadena informática, el nombre de mi amiga se mezcló con el resto de mis datos. Cosas bastante habituales con los sistemas tecnológicos del nuevo mundo. Claro, mi amiga que ni siquiera sospecha que su nombre podría estar protagonizando esta odisea, está a miles de kilómetros, en otro huso horario y probablemente bastante ocupada viviendo en este siglo en el que nos adentramos hace casi 25 años. A pesar de que tengo todos los elementos que cualquier investigador desearía para resolver el misterio de este paquete —número de envío, factura de compra, emails de confirmación, el albarán de envío de la tienda, incluso WhatsApps con mi amiga que demuestra que no es un fantasma — vuestra oficina de Correos ha sido INQUEBRANTABLE: lo único que sirve es la fotocopia del DNI de Marta Alonso y su autorización escrita. Como no sé en qué momento histórico os encontráis me pregunto si también necesitaré la autorización de mis padres, de mi novio, o incluso de algún vecino para reforzar mi solicitud. La verdad, estoy considerando hacer una campaña en la calle, cartel en mano, para buscar a alguna otra Marta Alonso en Asturias que quiera prestarme su DNI y firmar como si fuera mi amiga. Ya que como no figura su número por ninguna parte me vale cualquiera que responda a ese nombre y apellidos. Además, ¿cuántas Marta Alonso puede haber en Asturias? Seguro que no demasiadas, ¿verdad? Seguro que estas reglas tienen su razón de ser (probablemente escritas en algún manual que aún se edita en pergamino), pero me pregunto si podría haber algún espacio para la flexibilidad, o si cualquier intento de modernización requiere antes la autorización expresa de Don Pelayo. Os dejo estas reflexiones con cariño, en el deseo de que algún día, no muy lejano, descubramos juntos que la tecnología y el sentido común pueden ser grandes aliados. Hasta entonces, seguiré soñando con mi paquete, que, al parecer, está atrapado entre dos siglos. Una ciudadana resignada (pero aún con sentido del humor).

Muy mal. Voy a buscar mi paquete y no esta allí lo mandaron a otro oficina. Pido poner una reclamación y la empleada a la hora de coger los datos no sabía ni escribir lo que le decía. Vamos una vergüenza. 30 min allí para marcharme solo con el papel de la reclamación. Un horror

Soy cliente frecuente en esta oficina y tanto el turno de la mañana como el de la tarde noche son personas con mucha amabilidad y respeto, de verdad que la atención merece cinco estrellas os recomiendo..

Personal eficiente y amable. Siempre me han tratado de 10 y me han resuelto cualquier duda o problema. Un placer ir a correos y encontrarse profesionales así.

Muy mala atención, después de una larga cola por falta de horario, nos mandan ir a una caja con código para retirar el paquete, después de que el código no aparezca, nos dicen que no lo metieron en la caja con código por el tamaño y de premio, no nos dejan retirar el paquete con un DNI original por no tener la solicitud firmada, ya que por falta de horario es imposible retirar nada sin faltar al trabajo, conclusión, 2 horas perdidas y para el trabajo tarde sin el paquete. Una oficina de correos que no entrega paquetes...

Pésima atención al cliente, ya no voy a entrar en el tema colas, porque en la mayoría de negocios hay poco personal y hay colas, que mal pero no es lo que quiero que se sepa. Hay dos personas mujeres y otro hombre de pelo blanco que la verdad dejan bastante que desear estando de cara al público, lo que no puedes pretender es que después de estar de media 45 minutos en la cola, llegues al mostrador y pienses que estás robando algo por las miradas que te echan y las contestaciones, creo que la educación es importantísimo y digo esto hoy estando en la cola he visto como una de las trabajadoras de malas formas le dice a un señor que el número para recoger el pedido que lo lea el que no es su obligación ( que vale, pero era una persona mayor que no veia bien y le hizo repetir los números y letras varias veces) con lo cual la.cola seguia siendo más larga. Después un chico con su hijo que estaba desesperado porque el niño no aguantaba más de todo el rato esperando, iba a por un paquete con autorización y le suelta la tía con toda su cara que necesita la foto del DNI que si no como lo sabe ella y le contesto la señora, esque si no sabéis hacer las cosas, de malas formas, a lo que el chico le contestó mal pero probablemente yo le hubiera contestado peor después de tener que estar ahí bastante tiempo y la señora haciéndole carantoñas al niño. Puedo entender que tengan mucho trabajo pero no lo tiene que pagar el cliente. Son muy bordes y malencarados.

Muchas gracias por su amable y eficaz atención esta mañana con un envío complicado. Da gusto con personas así. Un cordial saludo. Santiago Vicente.

Para mi es de los mejores tanto las personas de la mañana,como las de la tarde. Son personas que te ayudan,y te aconsejan. Atienden muy rápido,mucho mejor que otras oficinas

Es la peor oficina que he visto en la vida. Son completamente inoperantes. A pesar de haber una cola de 13 personas solo hay una persona atendiendo y el resto… a sus cosas y parece importarles bien poco que tengas que esperar 2 horas.

Gente amable, en especial la chica del turno de mañanas que se sienta en el centro, rápida, amable, competente, te resuelve las dudas las veces que haga falta, UN ENCANTO.

Son pésimos atendiendo y con muy mala educación,eso en persona porque el teléfono ni lo cogen aunque no tengan gente.Parace que les debes algo, además son unos bajos.Ya no te dejan el papel el cartero de rellenar para autorizar a un familiar para recoger el paquete o ir tú a por el con tu DNI.Tienes que dar la vuelta para casa y hacerlo en un folio según ellos,esperas la cola kilométrica de nuevo y sus malos modales.A mí no me van a ver por allí y pierden más que gana porque no trabaje con ellos nunca más.

El trato del personal de la oficina muy correcto y profesional. En la nueva oficina no hay tantas colas como las que se formaban en Los Prados, lo único que echo de menos es el aparcamiento.

No revisan buzón de cartero. He ido personalmente a darles cartas mal entregadas (y marcadas correspondientemente como tal) y han vuelto a entregarlas de nuevo en buzón incorrecto. Ineptitud es la única palabra que procede.

No le pongo 0 estrellas por que no puedo, ni siquiera esta abierta la oficina ya cerró (se esperaba debido a las interminables colas) pero deberían quitarlo de máps ya que solo está desinformado a la gente.